PRESENTACIÓN
Presentación del cuadro - retablo realizado por Maribel Romero y
Manuel Peláez para representar, mediante el cartel de Semana Santa, a
la Real, Excelentísima, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Culto y
Procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno Titulado "El Rico" y
María Santísima del Amor.
Buenas noches Hermano Mayor, junta directiva y cofrades de esta Real,
Excelentísima, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Culto y Procesión de
Nuestro Padre Jesús Nazareno Titulado "El Rico" y María Santísima del
Amor.
Mis queridos amigos Maribel y Manuel, han querido honrarme hoy,
haciendo que un humilde servidor de todos ustedes haga de portavoz de sus
sentimientos y que le ponga voz al laborioso y conmovedor trabajo que han
realizado, dando como fruto este maravilloso cuadro que hoy presentamos.
Como ya habrán percibido todos ustedes, no es este un cuadro al uso,
es una obra singular fruto de la simbiosis de dos técnicas completamente
diferentes y que por su alta complejidad solo tres cofradías pueden
enorgullecerse de tener. Cofradías como la Hermandad de Gloria de la Virgen
de la Sierra Coronada, filial de la cofradía egabrense, la que se realizó para
nuestra querida Hermandad del Rocío y la tercera es la que se gestó para la
cofradía hermana del Miércoles Santo, la Archicofradía del Santísimo Cristo
de la Sangre, y en esta ocasión estamos presentando, la cuarta obra salida de
sus talleres y la que ya es parte del patrimonio artístico esta Cofradía de
Nuestro Padre Jesús Nazareno Titulado "El Rico". Perdonen ustedes que no
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me extienda en nombrar los títulos completos pero es para ajustarme lo más
posible al poco tiempo que tengo.
Hoy, sus autores, Maribel Romero y Manuel Peláez abandonan la
soledad del artista para ser multitud, solo cuando la obra por fin es pública, el
artista siente que no está solo, pero esa soledad del artista, especialmente
cuando le reza a sus Cristos o Vírgenes a golpes de buril o pincel es una
soledad que les alimenta el alma, una soledad que necesitan cerca.
Muchas veces me he preguntado que será eso que siente el artista, ese
creador de tan esplendorosas obras de arte cuando se planta delante del lienzo
o la tabla aún por inventar. Posiblemente se sientan, por unos momentos,
dulcemente disminuidos, tal vez el lienzo en blanco sea como Cristo, un pozo
profundo de silencio para los que no creen, pero un manantial de esperanza
para los que le aman y Cristo está allí, en el lienzo o en la tabla y poco a poco,
trazo a trazo, su faz cada vez se hace más perceptible para los que siempre le
han seguido y cuando el pincel dice su último poema de color, allí está nuestro
gran amigo, amigo como el viento, como la soledad deseada, como el silencio,
como nuestro padre eterno que siempre nos acompaña, aunque no le veamos.
Cuando entraba en el taller de Maribel y Manuel, matrimonio en la más
amplia distinción de la palabra y los veía trabajando en silencio, con
recogimiento, hablándoles a Cristo para sus adentros con la suave música del
cadencioso soniquete del buril o el alma del pincel, veía como cada día la
noche les robaba la tarde, pero para ellos, siempre era clara mañana que
escondía el cansancio, y allí… allí estaban los dos, trabajando con fe, con esa
fe tan grande a la que no quiso Dios darle un horizonte.
Este cuadro que hoy se presenta, es obra de dos grandes artistas, lo que
la hace aún más especial. Artistas como la reconocida repujadora y grabadora
de estaño al estilo antiguo Maribel Romero y el reconocido pintor realista
Manuel Peláez.
Ellos son matrimonio y artistas y unen ese amor, ese arte y esa
devoción para crear eso que ellos solo saben hacer, elevar a Dios su privativa
manera de acercarse a Él.
En este cuadro - retablo que hoy presentamos queda plasmada la huella
de sus sentimientos y de sus almas, almas que se requieren y que solo pueden
ir juntas, es este cuadro una obra policromática de extraordinaria belleza y en
el culmen de los sentimientos de los artistas, donde Maribel Romero y Manuel
Peláez, se han entregado en un derroche de emoción y amor que sus
corazones han sabido reflejar hacia sus Vírgenes y Cristos.
Yo soy, por la amistad que nos profesamos, uno de los pocos
privilegiados que suele ver cómo crecen sus cuadros, casi día a día, pero solo
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ellos ven como la llama de su pasión la van plasmando, poco a poco, en el
lienzo hasta que al final... son los rescoldos de sus ojos los que por primera
vez ven y atesoran tanta belleza.
Lentamente voy viendo cómo tras el albor del lienzo, comienza a
materializarse una imagen, es como si Cristo y María Santísima, se nos fueran
apareciendo con la languidez de una suave sonrisa, es como si nos dijera, aquí
estamos y venimos para quedarnos con vosotros.
Y por fin un día vemos ese cuadro, ese piropo a nuestras devociones en
forma de óleo y estaño, ese es un momento muy especial y no falto de
emoción que hace… que uno se recoja para sus adentros y rece una sencilla
oración… y le pida por el amor entre todos, por la paz en el mundo, para que
la cordura entre los hombres aflore en los corazones de las gentes… en fin…
en ese momento, me doy cuenta que para mí ha dejado de ser un cuadro, ha
pasado a ser el reflejo de mi Cristo y de mi Virgen… de esos amigos que
como el viento siempre me acompañan.
Esta obra que hoy presentamos está llena de simbología, una
simbología que nos dice que la vida es puro movimiento y sentimiento…
vemos por tanto como flanquean sus esquinas superiores, esas dos sedes, la de
San Luis El Real y Santiago Apóstol, dos sedes que nos hablan del ayer y del
hoy, de ese movimiento del tiempo y de la grandeza de los sentimientos
cofrades. Pero el movimiento es infructuoso si no existe un camino… con un
destino, y esta noble institución tiene como Norte, como destino supremo el
hacer que los hombres se encuentren y se acerquen cada vez más a sus padres
eternos.
En la parte inferior de la obra, quedan representadas en dos cartelas, los
tronos, esos que han de pasear por las calles de Málaga a sus santas
advocaciones y que bendecirán con su presencia a tantos malagueños y
malagueñas que, como cada año, les esperan, les rezan y les piden para ellos o
los suyos, con lágrimas de devoción en los ojos y en el alma.
Pero si se fijan… hay otro significativo elemento que viene
representado en alfeizar de esa supuesta ventana… sí, es un grillete, un grillete
que se muestra abierto y que simboliza la liberación del preso.
Pero algunos vemos más allá y pensamos que con esa liberación, Cristo
no solo libera al preso, sino que nos libera a todos nosotros de esas cadenas
sociales que poco a poco intentan apresarnos en lo material, en el desamor, en
el egoísmo… y por el contrario nos conduce a la libertad de la decencia, el
amor y el respeto.
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Al fondo, en un segundo plano, vemos un pedacito de nuestra
Málaga… la Alcazaba y la Aduana… esos lugares tan significativos para esta
Real, Excelentísima, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Culto y Procesión
de Nuestro Padre Jesús Nazareno Titulado "El Rico" y María Santísima del
Amor, un lugar de esperanza, de redención y perdón, un lugar que hace que
cada año, Málaga lance al viento su mensaje de paz y amor universal. Esa
Málaga, la que cada año, llegando la primavera, recibe al amor de los cristianos
con esos aromas de azahares que exornas nuestras calles y que nuestros
artistas han sabido plasmar suntuosamente.
Este año, sin duda, El Rico, nuestro padre, y Nuestra Señora del Amor,
Hijo y Madre, esos que nos emocionan y nos hacen llorar de amor, no solo
señalará con su santo brazo al que ha de liberar… sino que además…
fíjense… seguro que les dedica a estos dos artistas una ligera sonrisa, que ellos,
sin duda sabrán interpretar.
Muchas gracias.
Málaga a 13 de febrero de 2016
Comentario realizado por:
DIEGO CEANO GONZALEZ
Presidente de la Academia Malagueña de las Artes y las Letras
Santa María de la Victoria. |